Hace tiempo que comprendí que el trabajo personal es parte fundamental del trabajo de ser terapeuta.
Creo firmemente en que esto debería ser extensible a cualquier profesión de ayuda o educativa: profesores, educadores, médicos, enfermeros, etc., etc. El trabajo personal propio nos hace mejores profesionales de ayuda.
Saber quien eres, conocer el camino que te ha llevado a hacer lo que haces, poner conciencia en tus propias creencias y modos de relacionarte son fundamentales para hacer y sobrellevar el trabajo en el sector de ayuda.
MI PROCESO CON EL TRABAJO PERSONAL
Cuando terminé la carrera tuve la suerte de irme a Italia y cumplir uno de mis sueños: estudiar un año en la Escuela de Terapia Familiar Mara Selvini Pallazolli. Para quien no la conozca, deciros que es una de las escuelas de referencia internacional de Terapia Familiar y Mara Selvini fue pionera en el tratamiento de la anorexia desde una perspectiva sistémica.
El primer año de la Escuela es un año de preparación donde el peso principal lo lleva el trabajo personal del futuro terapeuta. Comienzas trabajando tu propio estilo personal, y a través del genograma familiar, trabajas tu familia de origen.
Al final de curso se organiza una experiencia residencial donde se invita a los alumnos y a sus familias de origen para profundizar en el trabajo realizado durante el curso.
Por supuesto, se solicita a los alumnos que realicen su terapia personal, en paralelo, con el trabajo personal de carácter grupal y la adquisición del marco teórico y las técnicas terapéuticas.
Cuando regresé a España y me formé en Galicia, eché de menos que la formación, aunque el programa oficial de Terapia Familiar si lo contempla, dedicase apenas horas al trabajo personal del Terapeuta. Por este motivo comencé a ofrecer seminarios y formación sobre la Persona del Terapeuta Familiar.
Hace más de diez años encontré un grupo de terapeutas del Instituto Galego de Psicoterapia que estaban comenzando un espacio de autocuidado y supervisión grupal y desde entonces es una de las citas de autocuidado indispensables en mi vida. El grupo me sirve de sostén, reflejo y fuente de sabiduría para mi trabajo en consulta.
El trabajo personal, ya sea a través de mi propio proceso terapéutico o de experiencias de aprendizaje que me lleven a obtener un mayor autoconocimiento, es uno de los pilares fundamentales de mi trabajo.
VENTAJAS DEL TRABAJO PERSONAL DEL TERAPEUTA
No es obligatorio, ni hay suficiente investigación que avale la necesidad de que un terapeuta realice psicoterapia o trabajo personal. Sin embargo lo poco que hay sobre este tema pone de relieve la propia satisfacción del terapeuta y la autopercepción de que su trabajo mejora, en cuanto su autoconocimiento es mayor.
No son sólo las habilidades teóricas o técnicas las que influyen en la calidad y éxito del proceso terapéutico, sino la elaboración de la propia historia personal y familiar a través de técnicas que favorezcan el autoconocimiento.
Recuerde que le veo a través del filtro de mi familia, por lo tanto, la búsqueda de mí mismo para hacer un buen trabajo terapéutico, es fundamental.
Whitaker, C. y Bumberry, W., 1991
El trabajo personal favorece la llamada alianza terapéutica, clave en la terapia sea cual sea la orientación y marco teórico.
Mejora la empatía y la comprensión del propio modelo y las técnicas que utilizamos, nos da la oportunidad de la experiencia desde dentro.
Desde luego, conocer el propio sistema de creencias, las tensiones y conflictos de la familia de origen aportan mayor comprensión y manejo de los conflictos de nuestros pacientes en consulta, mejorando de esta forma la manera en la que intervenimos.
EL MAPA DEL TERAPEUTA
«El mapa del terapeuta» es una analogía que me resulta útil para poner de relieve lo que es necesario en el mundo de un buen terapeuta.

En este mapa un continente es el MARCO TEÓRICO: un marco teórico claro y bien definido ayuda y facilita un plan de tratamiento adecuado. Hoy en día muchos terapeutas tenemos diferentes formaciones pero tenemos que tratar de integrar lo aprendido y encajarlo en un marco propio.
Otro continente son las TÉCNICAS TERAPÉUTICAS y su aplicación. Hay técnicas y herramientas terapéuticas que originalmente pertenecen a diferentes escuelas y que sin embargo se adaptan bien a diferentes modelos. En psicoterapia infantil, por ejemplo, el uso de diferentes técnicas (artísticas, lúdicas, expresivas, proyectivas, etc) enriquecen el trabajo terapéutico.
El continente de la SUPERVISIÓN, básico para hacer mejor nuestra labor. Dejar que otros miren nuestro trabajo y nos ayuden con aquellos casos que se nos atascan y tenemos dificultades.
Un último continente y el protagonista de este artículo es el del TRABAJO PERSONAL. Este englobaría:
- Autoconocimiento, un proceso de trabajo y reflexión con herramientas y técnicas específicas terapéuticas dirigidas a explorar creencias, estilos , vocación, vida familiar, etc, etc.
- Regulación Emocional: importantísimo el conocimiento emocional y la conexión emocional propia. De este modo podremos tener una regulación que nos permita la conexión en terapia con nuestros propios pacientes. La resonancia emocional del terapeuta puede jugar a favor o en contra del proceso terapéutico. Puede favorecer la empatía pero también podría interferir negativamente si las emociones con las que resonamos, no podemos regularlas.
- Estilo personal del terapeuta. Cuando empezamos a trabajar muchos de nosotros tenemos referentes terapéuticos a los cuales anhelamos parecernos. Buscamos clonar a quién admiramos. El objetivo es encontrarnos cómodos con nuestro estilo, único y auténtico, adaptado a nuestros recursos. El estilo terapéutico depende de variables como el marco teórico, la formación que vamos adquiriendo y los cambios a nivel personal.
- Autocuidado: Si la base del trabajo para poder estabilizar a los pacientes es que tengan muy presente el autocuidado, deberíamos aplicarnos esta máxima a nosotros mismos, ¿verdad?. El autocuidado es básico en nuestro trabajo, saber poner límites y cuidarnos para poder sostener a los demás.
Termino con esta cita, que resume perfectamente la importancia del trabajo personal del terapeuta.
Si la herramienta más importante de la sala de terapia somos los propios terapeutas, conocernos en profundidad a nosotros mismos es fundamental para el desarrollo de nuestro trabajo.
Espero que este artículo te haya aportado, y si es así estaré encantada de leerte en comentarios.
Gracias por leerme

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